Durante la época de apareamiento, los machos humanos lanzan canciones a las hembras en la pared, a la hembra le gustará la canción del macho más atractivo.
En el apareamiento con la abeja reina participan de cuatro a diez zánganos. Le arranca el miembro a cada uno, provocando su muerte, y tapa el agujero con el miembro del último para que no se escape el esperma.