-¡Amigo, ven a nuestra casa de campo! -No quiero. - Bueno, en vano. Hay cerveza, chicas borrachas. ¡belleza! -¡papá! No lo compraré una segunda vez. ¡Cava tus propias patatas!
Tu primer amor ya dio a luz a dos hijos, se divorció y se emborrachó hasta morir, y todavía llevas esos pantalones cortos con Bob Esponja en la casa de campo.