No podré reunirme contigo, tengo una hora tranquila de 2 a 3. Bueno, ¿por qué estás en silencio? ofendido? -Sí, no me quedo en silencio, solo que aún no sé todas las palabras.
George, ¿por qué diablos necesitamos esta constitución, esta democracia? Esperen un minuto, muchachos, un par de cientos de años más y tranquilamente golpearemos traseros.