Pero, ¿qué pasa si los deseos para el Año Nuevo no se hacen realidad porque algún imbécil pide un deseo para que los deseos de todos no se hagan realidad?
El director de la prisión se dirige al condenado sentado en la silla eléctrica: -¿Cuál es tu último deseo? -por favor toma mi mano. Estaré más tranquilo de esta manera.