Si enviamos a todo nuestro gobierno a Maps y ponemos a los jugadores en su lugar, ciertamente no empeorará. Todavía no saben robar con tanta descaro y a gran escala. Bueno, jugaron a la civilización, saben cómo gobernar el país.
“Dile a tu profesor de geografía”, le dice el padre al hijo, “que no veo sentido en comprarte un nuevo Atlas hasta que la situación en el mundo se haya aclarado”.