un billete de los ferrocarriles rusos comprado a través del navegador Internet Explorer, a través de Internet de Megafonov, con una tarjeta Sberbank con envío postal ruso, abre las puertas del infierno. -pero lentamente
-Alfredo. ¡Este sándwich estaba asqueroso! -¿Sabe qué le hice a la última persona que me dijo eso, señor? -¿Qué? -Contraté a un drogadicto para que les disparara a ella y a su marido en la puerta de entrada.