El director de la prisión se dirige al condenado sentado en la silla eléctrica: -¿Cuál es tu último deseo? -por favor toma mi mano. Estaré más tranquilo de esta manera.
Cuando escuchas la canción rusa, tienes la impresión de que la prisión es el lugar más maravilloso del mundo, donde se encuentran personas talentosas y educadas que aman a sus madres.