¡Qué bueno que los niños estén felices! y no importa cuál sea el precio. Yo mismo les dije a los niños que se subieran al auto y saltaran sobre él. Los niños saltaban y reían alegremente. Yo estaba feliz y me fui. El coche no es mío y los niños no son míos)))
Por último, a día de hoy tengo mi propio coche. y no estoy presumiendo en absoluto. Sólo quiero que sepas que una persona debe tener un sueño. Si te esfuerzas, tu sueño se hará realidad. No preguntes por qué elegí la plata.