empiezas a vivir solo. expectativa: te desarrollas como loco, aprendes ocho idiomas a la vez y cocinas platos complejos. Realidad: haces caca con la puerta abierta..
Soy yo quien se despierta en un arrebato de motivación y de fuerza, dispuesto a mover montañas, como si no fuera yo quien lloró en mi almohada media noche y quiso morir: hoy follaremos