A pesar de todos los artilugios, las misiones de robots a Marte y los éxitos de los avances tecnológicos, el corazón todavía da un vuelco ante la velocidad con la que desaparece el cable de una aspiradora al pulsar un botón.
Me desperté temprano en la mañana y pensé: Me levantaré, moveré montañas... Me volví hacia el otro lado: ¡por qué invadir la naturaleza, dejarlas en pie!