- ¿Cuéntame cómo se volvió loca tu esposa? - Viajamos por las montañas, donde hay un hermoso eco. pero la esposa está acostumbrada a tener siempre la última palabra...
Soy yo quien se despierta en un arrebato de motivación y de fuerza, dispuesto a mover montañas, como si no fuera yo quien lloró en mi almohada media noche y quiso morir: hoy follaremos