смешные истории

El marido corre a casa, agarra a su esposa de la mano..., entra en el dormitorio, corre y la arroja sobre la cama... la esposa se sorprende..., esto no había sucedido en 20 años. su marido cae hacia ella, los cubre con una manta sobre su cabeza y dice...: - ¡mira! Compré el reloj... brilla.

la hija llegó sin trineo y dijo que su abuelo y su nieta le pidieron que los montara. ella les dijo la dirección y la traerán cuando estén listos. Estamos contentos de haber criado a una niña amable, pero leemos en la conferencia que ella es demasiado confiada. dos horas después llamaron a la puerta y trajeron un trineo y dulces. La hija metió la mano en el bolsillo: “Toma, te devuelvo el teléfono”.

Cuando era niño, cuando compré una computadora, mi juego favorito era FIFA. Lo jugué todos los días y gané a otros equipos con facilidad. Pensé que había alcanzado la perfección. Un día invité a un amigo (era dos años mayor que yo) a jugar juntos. Luego me dijo que todo este tiempo no era yo quien jugaba, sino la computadora, ya que antes del partido resulta que tuve que cambiar de la computadora al teclado. Deberías haber visto mi cara entonces. Resulta que durante seis meses vi estúpidamente partidos de equipo, tocando botones. Desde entonces no he jugado al FIFA.

Saqué el vino de la tienda. Estoy de pie, eligiendo aceitunas. Se acerca el guardia de seguridad de Gopnik. ¡Joven, tienes un minuto! Me jodo la cara de la serie ¿Qué carajo? él: ¡queda un minuto hasta las 23.00 horas para comprar alcohol! Inmediatamente exploto, salto sobre la mercancía y corro hacia las cajas registradoras. me alcanza, corre adelante, atraviesa el camino. En la caja la cola se está separando: ¡urgente! ¡vino! Cajero: Oh, déjame dártelo rápidamente. ¡Solo queda un minuto! Recién pagado. Detrás de mí, separados por 2 personas, hay chicos con cerveza. Cajero: Dios mío. cerveza. no llegarán a tiempo. se levanta y grita casi presa del pánico: ¡chicas! golpea la cerveza. ¡Quedan 30 segundos! Esto es lo que yo llamo sociedad civil.

Los amigos se mudaron a una casa particular con su gato Petrovich. Por la mañana salieron al porche y llamaron al gato para que comiera. El vecino salía de su casa al mismo tiempo y lo saludaron. Un par de meses después, un vecino preguntó por qué diablos lo llaman todas las mañanas, lo saludan y regresan a casa.